Vengo desde el desierto al mar…
Velas púrpura
En mi nave fantasma,
Y el tiempo exprimido
Entre la arpía del mascarón y el mástil
De aromático cedro.
Vuelvo a Ítaca, yo también,
– dulce tierra mía –
Donde bandadas de pájaros velan las nubes,
Donde las estrellas
Dibujan caminos y quimeras y la casa
De mi padre me espera con la puerta entornada,
Una taza de leche con pan
Y el fuego de un roble alumbrando
Mi oscuridad.