Irrevocable destino de un autor silbado

Cayó a silbidos mi Filomena.
– Solemne tunda llevaste ayer.
– Cuando se imprima verán que es buena.
-¿Y qué cristiano la ha de leer?


1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (1 votes, average: 5.00 out of 5)

Poema Irrevocable destino de un autor silbado - Leandro Fernández de Moratín