Hubo en morir Dios clavado
cuando y porque, y estos dos
hoy en Dios se han declarado:
cuándo fue el amor de Dios;
porqué fue nuestro pecado.
Cuando y porque, bien se ve
que los dos estáis obrando.
Mas si calla cuando en fe
de amor, aunque calla cuando,
quéjase al Padre porque.
Del Padre el alto dolor
vence al del Hijo divino,
pues le malogra el rigor
el instrumento más fino
de mostrar su eterno amor.
Lo que el Hijo padecía
sintió, y que mirarlo el mundo
en sí propio no podía.
Aqueste dolor segundo
Cristo en la Cruz no tenía.
Si hizo de Dios sacrificio
el hombre, ¿con qué esperanza
Dios le llama? ¿Por qué indicio?
Porque hace una confianza
más sangre que un beneficio.
Cuando Dios muerto aún no había,
quejarse al hombre no osaba.
Hoy se quejó, que podía;
no entonces, que no fundaba
en hombres la le que hoy día.
O fuese exceso en penar
o fineza en el sufrir;
sólo Dios pudiera hallar
acabar para el vivir,
y vivir para el penar.
Segunda pasión hoy fue
rubricada con sus venas,
pues sale a probar la fe
que, cuantas fueron sus penas,
con tantas glorias se ve.