Hago estado de ser hago estado de nacer
La rosa trágica del muslo suelta al cautivo
El pillaje de formas salva ese espacio abierto
El habla tuya y mía en altísimos muros, en anchas
Márgenes de reflexión.
Desapareces y advienes, imagen mía en el vidrio, susurro
Alternativo y constante.
El verdor en lontananza: gusanos de seda, orugas, cerco
De umbelas.
El sol que recibe de frente la gran noche.
El íngrimo resbala lleno de mí, a estribillos de sangre
Y música tenaz.