Es como si estuviera en medio de una niebla espesa…
José Saramago: Ensayo sobre la ceguera
Hay historias para no contarse nunca
Hay encuentros al final de un túnel
Miedos
Vacíos
Golpes
Papeles sonrisas obtusas
Hay lenguas reducidas a astillas
Días encapuchados
Hay días que pasan como trenes
Dejando sólo una estela
Humo
Amontonado sobre rieles
Hay tiempos en que el sueño
Sólo tiene lugar en las postales
En las caravanas
En las ofrendas patrióticas
En la bandera nacional
Hay asilos para cementerios
Y fotógrafos para la última hora
Hay ventanas lentas
Como moscas sorbiendo
El aire de los sueños
Hay paciencias con caries en la memoria
Ecos prehistóricos respirando
Silencios fatuos
Insectos de papel reptando en el sol
Hay sábanas como rejas
Vacíos que succionan la sangre
Hay manos en la plaza
Y ojos y sueños y esqueletos
Que el viento dispersa como polvo
Hay puertas sin destino y no llevan a ningun sitio
Hay vitrinas y vidrios y vidas
Sin idioma
Piedras silenciosas
Hay círculos donde se aprenden
Las partituras de medianoche
Y aguas tornando en ceniza los sueños
Hay noches sucesivas con ventanas ciegas
Flores oscuras
Esperando en el balcón de la Esperanza
Hay pájaros sin alas
Y sin embargo esperan que amanezca
Hay balcones y olvidos
Llaves enterradas
Cunas desvencijadas
Hay sombras en la puerta
Con un alud de mariposas muertas
Y una espesa niebla de espadas…