De engaño a engaño va la luz y no calla.
Da un salto la luz y es el vacío entre dos cuerpos.
Ese espacio iluminado recuerda a la permanencia
O a la necedad de querer ver y ser en la luz.
De engaño a engaño va la luz y no cesa.
Nada termina si no hay un límite oscuro.
Ese límite oscuro somos nosotros.
Flash.
(1 votes, average: 5.00 out of 5)
Versos similares:
- Autorretrato Nací en Cuba. El sendero de la vida Firme atravieso, con ligero paso, Sin que encorve mi espalda vigorosa La carga abrumadora de los años. […]...
- FotografÍa Deja la muestra en esa blandafinalcoba Ponla en su cifra en su reverso manuscrito Que alce ambientes digitales y los lleve Hasta la emoción de […]...
- Fotografía Si la vida consiste en poner caras pondré unos ojos dulces y labios sonrientes, para que Dios, fotógrafo en las nubes, complete su álbum familiar....
- Tedio de vasallo Los tiranos intensos son los breves los fugaces. Esos sí son tiranos interesantes fundadores de la inquietud. No así estos tipos eternos y aburridos toda […]...
- Autorretrato Cecilia mía Terciopelo Mi vida Asaltas y seduces Anima destructiva Que preserva el alma Querida iluminada Construyes y azotas Enamorada de tus defectos Envidiosa de […]...
- Voces Nosotros vinimos por el aire Nosotros vinimos por el mar Nosotros llegamos amarrados a la cámara de un auto Nosotros llegamos sujetos a la rueda […]...
- No es el muerto quien provoca el estupor No es el muerto quien provoca el estupor es la sorpresa de ver cómo olvidamos su propia muerte, nuestro gran dolor. Queda el muerto, nosotros […]...
- No somos poetas Somos apenas amantes Suicidas con la cuerda En la mano Caminantes de antes Usurpadores de abecedarios. No somos poetas Somos adivinadores De oscuras cavernas Transeúntes […]...
- Grave ¡Cuántos niños han muerto A la sombra de nuestras esperanzas! Nosotros los mayores no merecemos perdón. Utilizamos la ternura para infundir Y las escuelas matutinas […]...
- El perdón Hacerme perdonar, en mi humildad pretendo, de aquellos que herir pude, o, también, olvidado, de los que de algún modo, sin querer o queriendo, provoqué […]...
- Mirlos Mirlos henchidos de orgullo, de sacrificio De previsión: palabras de nuestro asombro Al concebir sus nidos; Sólo vital instigación, lejano instinto Desprovisto de madre Las […]...
- Coro de hijos pródigos Nos patriam fugimus Virgilio Somos los que nos fuimos. Somos los que no estamos. Los que no estaban cuando ocurrió ni se enteraron de que […]...
- Amorosa estocada y donatello Seguramente los dos (el gordo y el alto De la flor) dirían: “Tú, adolescentario”. Adolescentario, sí, pero en el fuego. Ustedes y nosotros no somos […]...
- Poética (supongo) Todo duerme en mí Todo habita en cada uno de nosotros Somos un aleph moribundo de ignorancia Todos los Poemas duermen en mi pecho Lo […]...
- Raza de islas Y tomados por barcos somos islas. Desiertas, intrincadas, ¿qué tesoros podemos ofrecer a quien no llega? Nuestra costa es difícil. Nuestro faro de voz en […]...
- Se deja de querer Se deja de querer, y no se sabe por qué se deja de querer: Es como abrir la mano y encontrarla vacía, y no saber, […]...
- Somos el cuchillo sangriento Somos el cuchillo sangriento bajo la pelota radiante unos charlatanes condecorados unos condones rotos unos zapatos sucios la eme amarilla la danza del venado y […]...
- Canción en la hora del olvido Ya nuestro amor no es nada sino un recuerdo, y una claridad imposible sobre la vida mía. ya todo nos separa, ya nos aleja todo, […]...
- Cópula La cópula es un árbol loco y triste donde florece repentinamente esa nada que se esparce desde la carne hasta la piel y el grito. […]...
- Ay, amor, a quántos tienes ¡Ay, amor, a quántos tienes cativados que no te son obligados! Cativas el coraçón, ques razón que no catives; no te goviernas ni bives por […]...
- Estos frÁgiles instantes Recuerda: estos frágiles instantes Que caminan hacia el olvido No son la vida, somos nosotros. Ella seguirá distante, No va a pedir disculpas Ni ha […]...
- Sábanas heredadas La más íntima herida es heredada. El dónde, el cómo, el cuándo, la muerte, el nacimiento, lengua, familia, dios, época, amor: lo decisivo de lo […]...
- Dos islas No hago vida de mí. Cuando estoy solo no hago vida de mí. Te necesito a cada instante, siempre, incluso cuando no sé quién eres […]...
- Fuera del paraiso Dios separó a los hombres en dos bandos: Los pobres, con hambre de otros cuerpos, insaciables, Siempre deseando el cuerpo ausente, La forma voluptuosa, los […]...
- María gracia subercaseaux, espejo Los ojos abiertos, cuando está oscuro, los ojos cerrados, cuando estalla el relámpago. ¿Qué falla en el instante puro, en la instancia más abierta y […]...
- El paseo El cielo espejea entre los árboles. Los árboles se imaginan que están a orillas de un lago color violeta. Nosotros advertimos el engaño y a […]...
- El desolado A pesar de la luz, mi oscuro paso Amordaza la calle, y se asegura Un lívido color de sepultura A la serena lumbre del ocaso. […]...
- Plegaria Sin más temores ni remordimiento elevo esta plegaria al Desalmado. Él, solo, que solo es alma, me ha dado la hermosa ironía del sufrimiento de […]...
- Ocaso Sólo saber que no se sabe nada y que no se desea saber nada. (Aunque, sintiendo así, sepamos todo.) ¿El muro como límite absoluto o […]...
- Celoso Bien sé, devota mujer, Cuando te contemplo en tus Fervores y celo arder, Que no me puedes querer Como quieres a Jesús. Bien sé que […]...