Murió el señor Galicia,
votante y ciudadano.
Buen hermano, buen padre…
Así dice la esquela.
Yo no lo conocí, por eso no lo lloro.
Murió doña Sofía, fue testigo del siglo,
hijos, nietos, bisnietos,
la familia, la llora.
Yo no la conocí, lo lamento, sólo eso.
Murió quien escribe estas palabras,
hijo, padre y esposo, ciudadano común,
aficionado a la canción y al vino,
que un día perdió un amor.
Lo conozco muy bien.
Lo lloro ahora.