Es tal y tan verdadera
mi pena por conoceros
que, si tanto no os quisiera,
yo quisiera no quereros.
Que nuevo caso d’amor
ordenáis que’n mí comience:
combatirme el desamor,
adonde el amor me vence.
No es mucho, pues tan entera
es mi pena en conoceros,
que, si tanto no os quisiera,
yo quisiera no quereros.