Es como si comiendo
purgara culpas faltas atroces denuedos
y abro mi boca
y engullo las imágenes en cada bocado
y debo salvarme
Si lloro un poco más
me vuelvo loca
y no podré correr
ni perforar los ecos
Debo buscar la salutación de las palabras
pero me estorban
todo me incomoda
y temo que hasta el menor hueco
sea habitado
para torturarme
sin que nadie lo precise
y me ría comiendo las uñas
y afeitando las cejas
y trasquilo el cabello
y dejo sin vellos mi pubis
corto mis uñas hasta que sangren los dedos
y todo me duela al mínimo roce
Estoy apretada en estas letras
y tantos amantes no me aportarán
ningún beneficio a la hora de mi muerte
al menos que los mate antes de mí
y llore en sus sangres
y me desespere
y no halle ningún remedio
porque no consigo morir
y esta angustia que no me libera
y luego me suelta
y me desparrama en los deberes
y en los cuerpos que se nombran amor
pero que no se encuentran a mis horas
y me confunden y no los entiendo
porqué están allí
sino sirven para nada
son peores que juguetes viejos
porque ya no entretienen
ni fascinan
De veras,
Camila ya no necesitas algo para morir
o estar acompañada a las horas de tus muertes
Escúchame Camila
que vengo en busca de ti
para llevarte a los rincones propicios de la gloria
de las hablas que emergen
del silencio de los vientos
como zumbido que agranda cuadrículas de silencio
en los espasmos llorosos de tu niña
No hay horas para ti Camila
estás muerta
y es doloroso no saberlo