Envidias

Envidio la inconsciencia de la piedra.
¡Quién sabe si también soy envidiado
Por alguien más consciente que me observa
Desde otra dimensión como a un gusano!
Es mi primera envidia. La segunda,
La insensibilidad del vegetal.
Vivir sin la condena de la duda…
¿Será el rocío un modo de llorar?
Por último, me resta la más negra
De todas mis envidias, la más cruel:
Quisiera, cuando doy de cara en tierra
Y hasta conmigo mismo estoy en guerra,
Cambiar, como la víbora, de piel.


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Poema Envidias - Jorge Antonio Dore