El yoyo electrico

Este niño, con su yoyo eléctrico alumbra al mundo.
No tiene idea de la luz que despide
En la noche terrible del gentío.
Es débil, espigado, y los ojos le brillan
En delicadas brasas. Arriba y abajo
Sostiene las alas de la noche
Y las gentes, sin detenerse, no acuden
A escuchar el canto de su luz.
Terrible y exquisita la mano
Impulsa el hilo, como si en el mundo
De ciegos el pequeño muchacho fuera el Rey.
Acumula la luz, la desperdiga,
Y en el chasquido de luces, las estrellas,
Cansadas de brillar en las galaxias,
Se irisan en sus manos. El niño, indiferente
A la luz que hace brotar de entre la noche,
Se pierde por alguna callejuela, dejando
Chispas a su paso, como sin un relámpago de Dios
Quedara perdido entre los charcos.


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Poema El yoyo electrico - Alfonso Chase