El mensajero

O mors, quam amara

est memoria tua…

(Ecclesiasticus)

No mates al mensajero, ni lo ciegues.

Si trae palomas, dales trigo. Si acaso

Él tiene hambre también,

Dejo en la artesa

Algunas espigas, madroños frescos

Y las rosas que todas las primaveras

Corté por si volvía.

Y queda algo

De vino sagrado en nuestro cáliz de oro.

No hace falta que le cuentes muchas cosas, él

Sabrá qué hacer para encontrarme.


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Poema El mensajero - Aurora García Rivas