El desierto

A Rosalba

Llegamos a la estación Catorce
después de un concierto de Santana
era el año del dragón y tu sonrisa una enciclopedia
leíamos a Simone de Beauvoir
y los duendes efectivamente eran verdes

-Los duendes y la mezcalina no se llevan-
dijiste cuando en la estación
encontramos un refugio frío donde pasar la noche:
que calentamos con música y fuego de linternas

No valían las explicaciones, tan sólo las metáforas
de dos chicas contándose historias al oído
Tú utilizabas todas las ingenierías para estropearme
-Para que la máquina fuera lo más humana posible-
Buscábamos fiestas donde no existían
fantasías pequeñas que nos hacieron cómplices
del amanecer
Eras como una virgen desnuda
y tu llegada un circo

Después del desierto partimos
a veces regresabas para enseñarme las incandescencias
de la aurora
Hoy mamá ha muerto y no entendemos nada
nuestra historia de la estación Catorce
es una nube
que sigue perdida en el armario


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Poema El desierto - Leticia Luna