Pórtico de la luz que sangra del recuerdo.
De la memoria emigra un canto del pasado,
Desde ese oscuro origen
Donde aún mueren los soles
En tus calles de piedra como niños dormidos.
Fue la vida una brisa ligera que llevaba
Los sueños de la escuela
Al patio de mi casa, y en volandas la urgencia
De mudar la inocente
Piel con una caricia primera y generosa.
Allí forjé su cuerpo de almendra como un sueño
Infantil y caduco como la primavera.
No supe que era ella lo que tanto esperé
Cada tarde en el lento fluir de tantas horas,
Ni que fuera de pronto
Como un soplo de vida a despedir mi infancia.
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