En la fuente del rosel
lavan la niña y el doncel.
En la fuente de agua clara,
con sus manos lavan la cara
él a ella y ella a él:
lavan la niña y el doncel.
En la fuente del rosel,
lavan la niña y el doncel.
(Otero, Torregrosa: Antología de la lírica amorosa. Barcelona,
Vincens Vives, 1990)