El viento repite historias al oído:
Puertas, relojes, sombras insomnes;
Todo arde en tardes de tafetán
Y en lenguas de fuego sobre vigas crepitantes.
La memoria se extiende en sus resquicios:
Una sola nota de Louis Armstrong
Me delata como una bocanada de calcinante sigilo.
¿Qué hay en el horizonte de la nostalgia,
Oscura amalgama de metales?
Cuesta abajo un país de difuntos, convocado por cuerpos raídos.
Breve ha sido la transición a la Esperanza:
Una hoz de lenguas sirve de mortaja
Para cubrir el fardo de hormigas sobre la boca.