Dios sabe como vivo, como muero,
Y el corazón también, y solitario
Trabaja fugitivo su calvario
Bajo otros cielos grises de aguacero.
Dios sabe como busco aquel lucero
Que iluminó mi corazón agrario,
Que ardía en el azul extraordinario
Y alucinaba el luminoso Enero.
Cuando el mar envuelto de luna y bruma,
Decía: somos carne de la espuma
Y caracoles solos en la playa.
¿Qué me queda después de todo?
Cuando exiliado pienso: soy de lodo
Y de infinito azul cuando me vaya…