Días en que una palabra lejana se apodera de mí. Voy por esos días
sonámbula y transparente. La hermosa autómata se canta, se en-
canta, se cuenta casos y cosas: nido de hilos rígidos donde me me dan-
zo y me lloro en mis numerosos funerales. (Ella es su espejo incen-
diado, su espera en hogueras frías, su elemento místico, su forni-
cación de nombres creciendo solos en la noche pálida.)