Nací apenas ayer,
con mi ombligo animal
raíz de carne
que aún busca
su placenta
entre agua y tierra.
Principio y fin
de otro
soy.
Nada entre nadas.
Vago perfil
que esconde
entre las sombras
la escamada cola
del saurio.
Mínima historia fetal
con el peso cósmico
a la espalda, y
la bíblica maldición
en la cabeza.
Tú y yo…
lo mismo todos
arcángeles intermedios
con la tremenda nostalgia
de nuestra pelambre
de simios.
(1 votes, average: 5.00 out of 5)
Versos similares:
- El río Rastreando emerge del cristal de cromo, un yacaré con ojos de esmeralda, y serpentea entre la hierba gualda, bajo el fogoso luminar de plomo. Relampaguea […]...
- Desencanto Nuestra senda regada está de llanto, el placer del placer es el suicidio, detrás de la ilusión está el fastidio y detrás del fastidio el […]...
- Tu espalda (Dedicado a mi esposa Doña Elsa) Tu espalda es mi descanso, mi sosiego, es la calma después de haber amado, tu espalda es un refugio […]...
- Canto (v) Qué desmedrada Encía Para tus cuatro dientes Qué espalda Que encorvada Ya no distingue El peso de lápidas atroces Qué desolada respiración Te pone en […]...
- Conversaciones Bailando entre olvidos Marcas con tus manos Surcos de viento en media calle Buscando tu cabeza Entre neurosis y autos Luego preguntas Con voz de […]...
- A un infierno de estrellas A un infierno de estrellas han lanzado ese mar que enterrara su talento. Porque al siervo cobró su trigo el viento: crujiendo dientes rueda y […]...
- Del viento del sur y el amor Fue testigo el viento y cinco noches cabalgadas del único rincón de tus entrañas. Tal vez del sudor de las simientes vertidas de tu sexo. […]...
- Tú y yo estamos condenados Tú y yo estamos condenados por la ira de un sseñor que no da el rostro a danzar sobre un paraje calcinado o a escondernos […]...
- Escudos humanos A ese costo recuperan peso las palabras, gravedad, peso no de plomo: peso contra el plomo, detenerlo. Gravedad, leves todavía de sonido, moral. Cuando la […]...
- Para tus deseos Para tus deseos mis pechos fueron las suaves colinas en el horizonte y mi boca el pozo del agua. Para ti, estuve siempre como un […]...
- El cumpleaños de la prima ana Con las mejillas enceradas los ojos le brillan como si al sol. Baila para el suspenso de la rueda su vals número 15. El gallinero […]...
- Virtud suprema Si yo fuera hombre, se codearían riendo, al verme como un viejo alce doblada la frente por el peso y la ramazón de la cornamenta […]...
- EvocaciÓn indÍgena Subiendo hacia San Félix, donde el río enseña dos dientes, Donde el río enseña, bien cerrados, Los dos puños de Piar exprimiendo la Hazaña, Subiendo […]...
- Nacimiento de adán He oído tu voz en el paraíso: y he temido Y llenándome de vergüenza porque estoy desnudo, Y así me he escondido. Génesis: Cap. III, […]...
- En aras de galeón y escafandra En aras de galeón y escafandra en negros muertos por el gusto vimos mares que se hundían azoros del ataque que en la mujer se […]...
- Hambre en la casa El muro de cristal en medio del océano: nadie desate la maldición. Es necesaria la herida que te coma y te beba para que la […]...
- Sísifo-poeta A Dina Posada Acesante hacia arriba olvidado del tiempo arrastrando pétrea carga de palabras que me impulsan hacia el abismo caigo en el aterrador blanco […]...
- Reconozco Reconozco que no somos muy originales, nuestra historia es la de medio Madrid y como todos, andamos buscando una clarita entre la oficina y el […]...
- Dosis de amor Quisiera que fuéramos los dos Tomados de las manos Tomados de la saliva Atados del aliento Enredados por la mirada Sin haber sabido contar nunca […]...
- Eros Y… quedaste únicamente tú, implacable Amor, cuando Dios se desmoronó en mis manos carcomido de silencio e inalcanzable altura. Tú y tu dulzor terrible. Solos […]...
- El hombre del ecuador bajo la torre eiffel Te vuelves vegetal a la orilla del tiempo. Con tu copa de cielo redondo y abierta por los túneles del tráfico, eres la ceiba máxima […]...
- Pues peregrinos somos Una dos y tres, !Qué paso más chévere El de mi conga es! Canta la humanidad más vieja. Receta para un güishte Receta para Multiplicar […]...
- El fuego perdido (i) Esta señal de la aurora la traían en su corazón Popl Vuh III, cap. VI No podemos encender la hoguera Mojado está el bosque podridos […]...
- El descastado I En vano ensayaríamos una voz que les recuerde algo a los Hombres, Alma mía que no tuviste a quien heredar; En vano buscamos, necios, […]...
- Noche primera Noche vasta y hermosa. Ni Salomón ni las joyerías más célebres de este mundo, podrán lucir jamás una pedrería, un vestido, un diamante más fino […]...
- Una vez Estaba en un hostal, diminuto minuto de mínima morada, un turno taciturno de amor empedernido. Y en la noche aromada, dispersión de la tarde, una […]...
- A nuestra cama vino a encallar la luna A nuestra cama vino a encallar la luna. Dejó este peine, este nácar, este néctar. Puso una seda brillante a tu aspereza. Puso un cristal […]...
- La invitación Un adónde de sombra, un pozo vivo graznando como un pájaro violento, a veces me aparece a la hora incierta, al alba fría, espantadora de […]...
- Dama viajera Hay distintas formas de ver pasar la vida de contemplar lo bello o lo siniestro que ha quedado perpetuado en algún sitio. Son esas marcas, […]...
- La gota amarga Soñaban con la Escocia de tus ojos verdes, los grandes lagos amarillos; y engarzó un nimbo de esplendores rojos la sangre de la tarde en […]...