Igual que una niña enferma
Cuba duerme. Y sobre el agua
La luna le escribe un cuento
Para pasado mañana,
Porque sabe que la fiebre
Tiene la isla colorada
Pero que cuando amanezca
Despertará azul y sana.
Los cañaverales mecen
Dulzuras disimuladas
Que guardan para un futuro
Más dulce, en tierra hoy amarga,
Y la música entreteje
Invisibles pentagramas,
Cantos de paz que en la noche
Discretos grillos ensayan.
Pero todos calladitos,
Porque la niña está mala
Y hasta que el rojo no pase
Será un secreto el mañana.
En clandestinos encuentros
Se confabulan las palmas
Que juran mecerse libres
Sobre las libres montañas.
Los sinsontes en sus nidos,
-vueltos sordinas de paja –
Practican nuevos trinares
Que nunca oyó la sabana.
Hay farolas que se citan
Y en herméticas veladas
Ensayan una gran conga
Desde Oriente hasta La Habana
Y en cónclaves musicales
Guitarras, claves, maracas,
Llaman a flautas y güiros
Para cuadrar las bachatas
Que arrebatarán los pies
De aquellos que ya no bailan.
Porque Cuba está dormida
Y antes hay que despertarla.
El azúcar, en secreto,
Produce una lenta zafra
De dulces sueños y dulce
Libertad en las miradas,
Y el humo de los tabacos
-la niebla criolla – ampara
A quienes veladamente
Han ido forjando alas.
El café, tuesta que tuesta
Recónditas esperanzas
Para los labios de un pueblo
Que beberá en tazas blancas.
Y en la umbría de los parques
El bronce de las estatuas
De patriotas, se retuerce
Tramando nuevas hazañas.
Al pie de africanos santos
Los caracoles estallan
De dicha y susurra el coco
Leyendo el futuro: ¡Alafia!
Y el ron se ríe entre dientes:
¡qué gran reserva prepara
Para el acontecimiento
Del gran brindis del mañana!
Encajes de fresca espuma
Tejen de noche las playas
Para Cuba: ¡un largo manto
De porvenir sobre el agua!
A veces se ve en el Cobre
La Caridad sin la barca.
En ella traen los tres Juanes
Su contrabando de gracias.
De San Antonio a Maisí,
Desde Mariel a Majana
Todo labora a la sombra
De la estrella solitaria.
La fiebre pasará pronto
Y pronto, al romper el alba,
Se gritará a voz en cuello
Lo que hoy por temor se calla.
Porque como niña enferma,
Cuba duerme y todo aguarda.
Hasta mañana, mi niña,
Mi amor, mi vida, mi alma,
Que cuando azul te despiertes…
¡qué hermosa será mi patria!