Ahora te llamo porque me siento fuerte
Para tu amor terrible y tu luz deslumbrante.
G. C.
Hay que poner valor para entenderte
Del todo, Juan. ¿Qué del lector esperas?
¿Quieres que nos creamos que es de veras
Tu invocación de amor para la muerte?
Pero ¿debemos imitar tu suerte,
Renunciar a fugaces primarveras,
Olvidar la verdura de las eras
Y hasta morirnos, para no perderte?
Y si morimos, ¿no te perderemos?
Sin tu luz deslumbrante, ¿no veremos?
¿Es que nos llama así tu amor terrible?
Mas te endendemos porque estamos vivos,
Y es porque somos de la muerte esquivos
Por lo que amamos tu ansia irrepetible.
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