Cavite

¡Cavite! Aún suena en el ayer tu nombre.
De coraje la faz se enrojecía.
Bailen, Lepanto, San Quintín, Pavía…
Gloria, fama, poder, virtud, renombre…
¡Todo un mundo a tu estruendo se caía!
Moría el niño. Comenzaba el hombre.


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Poema Cavite - Enrique Díez-canedo