Sabedlo, soberanos y vasallos,
Próceres y mendigos:
Nadie tendrá derecho a lo superfluo
Mientras alguien carezca de lo estricto.
Lo que llamamos caridad y ahora
Es sólo un móvil íntimo,
Será en un porvenir lejano o próximo
El resultado del deber escrito.
Y la Equidad se sentará en el trono
De que huya el Egoísmo,
Y a la ley del embudo, que hoy impera,
Sucederá la ley del equilibrio.