Viendo España la pérdida temprana
de Carlos, que hoy los astros acrecienta,
a deidad memoriosa se lamenta,
que en Templo no mortal reside ufana
Divina en ciencia y en respuesta humana,
no sólo con alivios la alimenta,
mas en glorioso rapto la presenta
a Carlos, que hace su querella vana.
Satisfechas se vencen sus querellas:
las de llanto son ya de gozo fuentes.
Mirando un godo ejército cristiano
contempla a Carlos entre formas bellas;
añadido a sus altos ascendientes
parte alegre, y consuela al gran hermano.