Apocalíptica

Y juró por el que vive en los siglos de
Los siglos, que no habrá más tiempo…
I
Y vi las sombras de los que fueron,
En sus sepulcros, y así clamaron:
“¡Ay, de los vientres que concibieron!
¡Ay, de los senos que amamantaron!”
II
“La noche asperja los cielos de oro;
Mas cada estrella del negro manto
Es una gota de nuestro lloro…
¿Verdad que hay muchas? ¡Lloramos tanto…!”
III
“¡Ay, de los seres que se quisieron
Y en mala hora nos engendraron!
¡Ay, de los vientres que concibieron!
¡Ay, de los senos que amamantaron!”
IV
Huí angustiado, lleno de horrores;
Pero la turba conmigo huía,
Y con sollozos desgarradores
Su ritornello feroz seguía.
V
“¡Ay, de los seres que se quisieron
Y en mala hora nos engendraron!
¡Ay, de los vientres que concibieron!
¡Ay, de los senos que amamantaron!”
VI
Y he aquí los astros – ¡chispas de fraguas
Del viejo cosmos! – que descendían
Y, al apagarse sobre las aguas,
En hiel y absintio las convertían.
VII
Y a los fantasmas su voz unieron
Los Siete Truenos; estremecieron
El Infinito y así clamaron:
“¡Ay, de los vientres que concibieron!
¡Ay, de los senos que amamantaron!”


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Poema Apocalíptica - Amado Nervo