Ángel leproso

Sin más fe que el latido de la sangre
ni más tesoro que buscar sin pausa
inventamos la sed para poder saciarla
en cuerpos y peligros, pero nunca.

(Se diría que ya no me conoces)

Cuando la luna lee el manuscrito
lleno de errores que llamo nosotros
nos quedamos dormidos
al olor de sus páginas. La piel
ha aprendido a temblar pidiendo luz.
Recorrí la ciudad buscando fuego
y no encontré una mano que no estuviese herida.

(Sé, por tu risa y por tu distracción,
que podrás olvidarme fácilmente)

Amé mis ruinas y prediqué sombras
sin más fe que el latido de la sangre.
No me ha escuchado nadie.

(Ten mi frío.
No me mires como a un ángel leproso)

Soy la luz del incendio en el que ardo,
el hueco en el que habito, la ceniza
de mi nombre en tus labios.

(Mírame.
Ven a mis brazos. Dime que no he muerto.)


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Poema Ángel leproso - Juan Vicente Piqueras