No pude costurarme la piel cuando llegaste
Entraron tus lanzas sobre mi escudo
Todos tus potros y tus corceles recorrieron mi horizonte
Todas mis tropas se rindieron en tu agua
Heme acá sobre el altar del templo
Entre las sogas de tus miradas
Esperando caiga despacito
(hasta el grito de mis ruinas)
La guillotina de tus muslos
Despacito se me seca la garganta
Para Teresa López
Mírame sangrando la nariz
La gusanera se me ha abierto entre los ojos
Me estoy desgarrando las heridas
Me estoy divirtiendo con la muerte
Y tú
Terrorífica diosa del aire
Equidistante luna calamárida
Tú
Anquilosada siempre sobre mis costras
Me has bebido la nostalgia
Toda tú guarida eterna
Déjame secar la magia de mi brazo
Que no me han querido recibir entre los montes
Ni detrás de las pirámides del canto
Tus gemidos que caen silenciosos largos y constantes
Y luego tú terrorista de mis voluntades
Equidistante luna de mareas y dobleces
Te sitúas dentro de mis vértebras
A estallar para adentro las caricias