Al túmulo del doctor Nicolás Bocángel, mi señor y padre,
médico de cámara de Su Majestad y de la serenísima
Infanta Margarita, y antes de la augustísima Emperatriz.
Epitafio
Huésped, no yace aquí, falta severo
aquel que, con doctísima experiencia,
al mismo Apolo, que le dio la ciencia,
sólo en tiempo le deja ser primero.
Porque durase con la muerte el fuero,
incompatible ya con su presencia,
faltó, ni se cumpliera la sentencia
a no estar él de parte de su acero
No en humana salud, que al tiempo miente
(en vida sí, que el tiempo no acabase),
pudo parar su idea esclarecida
Lloremos, pues, de envidia en su occidente,
que primero labró, que no faltase
a todos la salud y así la vida.