Ni caimán oscuro,
ni caña vertical, mitológica,
ni Ochún nadando en las aguas doradas del sueño,
ni Santa Bárbara ardiento en la noche del amor,
en la imborrable noche de los sexos
Ni la Giraldilla inmóvil
hacia el más remoto de los puntos cardinales,
ni la Avenida del Puerto empujando las aguas
hacia no se sabe dónde
Sino el fondo retador,
la cavidad arenosa de la Isla,
preguntando por mí,
buscando una respuesta mía