ABRE los brazos
esos rotundos brazos generosos que labraron la tierra
que construyeron muros y abrazaron
que acunaron e hicieron de mortaja
y describe una danza al borde de su abismo
una danza ritual
que gira sobre si
los brazos extendidos como aspas del alma
saliendo de tu boca sonoros y monótonos vocablos
que predisponen igual que una coraza a los latidos
frente a esa inmensidad
frente a tu inmensidad
en donde has de encontrar la corriente propicia
la dirección del viento favorable
y talarás altos árboles
coserás blancas velas
construirás una nave
para dejar la tierra que te brindó equilibrio
la solidez del paso
la promesa fecunda en forma de semilla
esa que no te basta
tierra ofrecida ofrecedora dueña
de los cimientos madre de las raíces
la que te vio nacer y soportó tu peso
y se hizo camino con tu paso y eco con tu grito
la que has surcado con la herramienta y parcelado
con nombres y alambradas
la que amparó a tus muertos con su último abrazo mineral
aquella que has bendito con las lágrimas
y que hoy definitivamente no te basta
esa que empuja hacia el amor del agua
ahora perteneces a la estela
te libero del barro y de la helada
ahora perteneces al salitre
debajo de tus pies ya no más hojas
ni yerbas ni raíces desde ahora
tan sólo perteneces a tus miedos
/las luces y las sombras balanceándose/
tu rumbo es el reflejo de una estrella