En la palabra habitan otros ruidos,
Como el mudo instrumento está sonoro
Y al inhumano dios interno el lloro
Invade y el temblor de los sentidos.
De una palabra oscura desprendidos,
La clara funden al ausente coro,
Y pierden su conciencia en el azoro
Preso en la libertad de los oídos.
Cada voz de ella misma se desprende
Para escuchar la próxima y suspende
A unos labios que son de otros el hueco.
Y en el silencio en que sin fin murmura,
Es el lenguaje, por vivir futura,
Que da vacante a una ficción un eco.