Un año, cielos, ha que amor me obliga
A la dicha mayor que darme pudo;
Que, en fin, de puro dar, anda desnudo,
Y por tener que dar, pide y mendiga.
A Sirena me dio, porque le siga,
En amoroso e indisoluble nudo;
Mas con tal condición, que siendo mudo,
Goce callando: ¡viose tal fatiga!
Callar y poseer sin competencia,
Aunque el bien es mayor comunicado,
Posible cosa es, pero terrible;
Mas que tanto aquilaten la paciencia
Que obliguen, si el honor anda acosado,
A que calle un celoso, es imposible.