Ciudad
luciérnagas lejanas
esta noche tu inmateria vagará
entre esa fila de hormigas
si fuera pasajero de tu
pensamiento sentirías mis
alfileres
mis temblores
hasta el búnker de tu alma
*
aquella noche vi a la muerte
entrar del brazo de kafka
ninguno hablaba español
*
palabras putas
que se van
con otros mejores
(1 votes, average: 5.00 out of 5)
Versos similares:
- En la mesa de tres patas En la mesa de tres patas enfilaban los “tintos” La muerte giraba con ojos de lechuza y yo bailaba al compás de palmas que rasgaban […]...
- Poemas (ii) Y ahora, abundante de ensueños y de grises, con esa eterna impotencia que no limpia el lenguaje, el miedo que se hace palabra para no […]...
- Mis poemas Mis Poemas de cafeína y de limón Mis rumiantes Poemas que no tienen un solar donde pastar Mis rucos Poemas de bluejean y camisas desteñidas […]...
- Cantar del tiempo en la tierra (elegía) (poemas del xi al xxx) XI En medio de la fosa y en el fondo del río, la mano que pintaba los paisajes y escribía la historia va estrechando otras […]...
- Cuatro poemas Pienso toda la noche en el ramo y en la figura que con la madrugada se recorta, caída en el jardín. Vienen con máscara los […]...
- Cuando supe que tres de los espejos de la sociedad Cuando supe que tres de los espejos de la sociedad Tres respetos del brazo y orgullo de los hombres Tres y entonces madres Y comienzo […]...
- Todavía estaba allí Cuando despertó, el dinosaurio Todavía estaba allí. Augusto Monterroso. Cuando despertó el tiempo, todavía era errante: No era ángel; apenas un símbolo de granito. Vino […]...
- Tres canciones (i) Puente de mi soledad: con las aguas de mi muerte tus ojos se calmarán. Tengo mi cuerpo tan lleno de lo que falta a mi […]...
- Baladilla de los tres puÑales He comprado tres puñales para que me des la muerte… El primero, indiferencia, sonrisa que va y que viene y que se adentra en la […]...
- Esta maÑana escribÍ dos poemas Esta mañana escribí dos Poemas. No me pregunto ya por el sentido Que tiene o no tiene este oficio oscuro. Simplemente es otra manera, posible, […]...
- Tres grados de lo inefable Un día desperté y estaba hecha parque. Yo me vi con mi sangre pero parque. Imposible mostrar. Pero tanta luz…. Dividiendo por veintiocho muchas frondosidades […]...
- La selva y el mar Allá por las remotas luces o aceros aun no usados, tigres del tamaño del odio, leones como un corazón hirsuto, sangre como la tristeza aplacada, […]...
- O, tres y quatro vezes venturosa ¡O, tres y quatro vezes venturosa, Aquella edad dorada, Que de sencilla, pura y no inuidiosa, Vino a ser inuidiada! Sobre la bien nacida yerua […]...
- Cantar del tiempo en la tierra (elegía) (poemas del i al x) ” Tal como es arriba, es abajo. Entre el si y el no ¿cual es la diferencia? Entre el bien y el mal ¿cual es […]...
- Crimen pasional en la calle tres arroyos Son las dos de la madrugada de un lunes cualquiera Hace treinta y dos años en la calle Tres Arroyos un inesperado crimen nos recordaba […]...
- De la selva (Al poeta José J. Pérez) Hasta la selva, donde ensayo a veces himno sin forma, fugitiva endecha, me llegó tu canción; y su armonía aun […]...
- Primeros poemas a un colegio I A esa lívida capa de niebla le debemos algunos una parte de la vida. Como si estuviera convocada para esa hora, toda la tiza […]...
- La selva Con salvaje lujuria de pantera se enardece la selva en el estío, y el huracán con ímpetu bravío destrenza su olorosa cabellera. Blonda cascada de […]...
- Los tres esposos de la noche Negra cabellera enamorada Borges Habla la leyenda de una mujer morena apetecida, Noche. Seduce los espíritus Con sus joyas profundas y brillantes. Innumerables son los […]...
- Ai, amarilla selva ¡Ai, amarilla selva, que desnuda yazes, i en cano i yerto Humor cubierta, cómo tu hórrida faz en mí despierta nuevo mal a mi incendio […]...
- Nueva ley de la selva Cercos para ser saltados, según El cazador de espléndidos marfiles. Tierra de nadie: se tensa la cuerda Que separa a las tribus enemigas. Llama el […]...
- Sirena de la selva El agua inundó la selva alucinada Y crecieron escamas en las yeguas. El paraíso anida hoy en nucas y barcas celestes. Pregúntale ahora a los […]...
- Los tres deseos Lo que escucho de tus labios Es solo para mis oídos La fragancia de tu cuerpo Solo puedo poseerla Mientras me habitas Las caricias Las […]...
- Invitación a la muerte Ven, méteme la mano por la honda vena oscura de mi carne. Dentro se cuajará tu brazo con mi sombra; se hará piedra de noche, […]...
- Cuando te fuiste cuando te fuiste caminaba atontado como un niño en la oscuridad de la calle hablaba solo le hablaba a las piedras de los parques me […]...
- Estoy implicado en algo (i) Nunca quise ser libre. Sólo hablaba y hablaba de una confusa libertad. Conozco, a duras penas, el abismo súbito que separa un refugio del color […]...
- La niña escapa en tres venados hacia el fuego La niña escapa en tres venados hacia el fuego, no la sueñes junto a esas márgenes celestes. Tú habías esperado su llovizna, navegabas ya en […]...
- Cuando supe que habían caído las tres hermanas Cuando supe que habían caído las tres hermanas Mirabal Me dije: La sociedad establecida ha muerto. (Lapislázuli a cuento de todo emblema ruidoso Mentís en […]...
- La habana (1968) (i) Que se me amarillea y se me gasta, perfil de mi ciudad, siempre agitándose en la memoria y sin embargo, siempre perdiendo bordes y letreros, […]...
- La historia de los tres reyes magos Introducción Dicho tu primer tormento, ¡o nuestro claro miralle!, aquel alto adoramiento, aquel sabio ofresçimiento no está razón que se calle, que los tres reys […]...