Triste avecilla que te vas quejando
Por feos ramos y por turbias fuentes,
Pues que no son mis males diferentes,
Vente agora aquí do estoy llorando.
Verásme de pesar desesperando,
De placer apartado y de las gentes,
Después que aquellos ojos son ausentes,
Por quien vivo muriendo y sospirando.
Tú lloras tu soledad y yo la mía:
Consolémonos los dos pues que tenemos
Una mesma razón de estar muriendo.
Y aquí, desamparados de alegría,
Por aquestos desiertos andaremos
En llantos tristes contino gimiendo.