A Fernando y Gonzalo Torrente Ballester
-Llaman a esto pecado los fanáticos.
A esta explosión que lenta se alabea,
a este sentir con cada poro, vibrar en cada vello,
a este ser piel,
a esta dulzura derramada en carne viva,
a este glotón enjambre de alegría,
a estos nervios sabiéndose universo gozoso,
al corazón alardeando de su mejor Humor,
al milagroso encaje en la sonrisa,
a la satisfacción ardiendo en ojos,
a la felicidad
llaman pecado.
Pero es Dios quien se ama en nuestros cuerpos
-nuestros cuerpos dispuestos para el éxtasis
por Su sabiduría-
y su goce es el nuestro. Amemos, Prócula.
(1 votes, average: 5.00 out of 5)Versos similares:
- El maniquí tras el cristal El maniquí tras el cristal. Fijos los ojos en un punto invisible a los ojos. Ajeno al tiempo penetra el silencio que lo aísla mientras […]...
- Todo pudo haber sido… (poesía vertical vi – 4) Todo pudo haber sido nada más que silencio. Tendríamos que haber soñado entonces con más fuerza, hasta que las imágenes del sueño quedaran estampadas como […]...
- Nocturno de amor y muerte La muerte toma siempre la forma de la alcoba que nos contiene. Xavier Villaurrutia Amémonos ahora, es duro el tiempo de la espera, vamos a […]...
- Los niños se adormecen en las fuentes Los niños se adormecen en las fuentes las madres se levantan y levantan como ángeles que vuelan en la muerte los sueños se despiertan y […]...
- Acuérdome una vez haber oído Acuérdome una vez haber oído Una fábula en que ejemplos toco, Notables de un ciprés, que en tiempo poco Hasta el cielo creció desvanecido. Burlábase […]...
- Cópula ¡Nos unió la mañana con sus risas! En las rondas del sol Canciones de naranjas. Danzas de nuestros cuerpos desnudos – rojo bronce. El olor […]...
- Llevó tras sí Llevó tras sí los pámpanos octubre y con iguales lluvias insolente no sufre Ibero márgenes, ni puente, mas antes los vecinos campos cubre; Moncayo, como […]...
- Tras los adioses últimos Tardes alcanforadas en vidrieras de enfermo, tras los adioses últimos de las locomotoras, y en las palpitaciones cardíacas del pañuelo hay un desgarramiento de frases […]...
- Si de haber tu amor mudado Si de haber tu amor mudado Algún sentimiento hiciera, Porque se acabó no fuera, . Si no por lo que ha durado. Sólo yo, que […]...
- Las dificultades de un poeta LAS DIFICULTADES DE UN POETA QUE ENTRE ESCRITORIOS, MÁQUINAS Y OTRAS INCONTABLES COSAS GARABATEA POEMAS Y LOS VUELVE A GARABATEAR Quería escribirte un poema de […]...
- Lluvia nueva La lluvia tejía su encaje plateado. Las nubes negrísimas sombreaban la noche morena. En el plano brillante de un charco intranquilo sorprendí tu forma gris. […]...
- Vengo del norte xvii HOY estarán los dioses maldiciendo su nombre. Hemos aprovechado la media noche Para salir del mito a oscuras Como el pecado. No tenemos nada. Nuestros […]...
- Sueño Te llamé. Me llamaste. Brotamos como ríos. Alzáronse en el cielo los nombres confundidos. Te llamé. Me llamaste. Brotamos como ríos. Nuestros cuerpos quedaron frente […]...
- Rosa gnostiga Nada será que no haya sido antes. Nada será para no ser mañana. Eternidad son todos los instantes, que mide el grano que el reloj […]...
- Se juntan desnudos Dos cuerpos que se juntan desnudos solos en la ciudad donde habitan los astros inventan sin reposo el deseo. No se ven cuando se aman, […]...
- Trofeo A Guillermo Cruz Mereces un trofeo de papel Por gaucho y por amigo. Tú has convertido nuestro humilde trigo En milagroso pan sobre el mantel. […]...
- Muy poco necesito para vivir dichoso Muy poco necesito para vivir dichoso, Nada más la rutina De un poco de café cada mañana. La tibia certidumbre de la luz Encendiendo los […]...
- Pequeño monstruo “y los moluscos reminiscencias de mujeres” Rubén Darío. Pequeño monstruo. Del placer la gruta Íntima. Ventanal del Cielo. Foso Revelador de infierno milagroso. Isla, molusco, […]...
- Arte de los cuerpos I Te converso quedo Sílaba a sílaba, Gota a gota Palmo a palmo Con ojos que tocan tu superficie, Isla, Y la bañan de sonidos […]...
- Juguetea el niño Juguetea el niño En la niebla del tiempo Diecisiete piedras Giran el castillo En las sandalias de la luna El mar salvaje se curva “yo” […]...
- Arte de máscaras Sonrisa amplia, sin dientes Superficie lisa, suave Tersa como de tratamiento antiarrugas Exitoso, se desplaza Pesada y a pausas de descanso, furtiva Que disimula el […]...
- Zona reina No recordamos ya cómo éramos al principio porque con cada día parte un cadáver nuestro a pudrirse en el tiempo. Nuestros mejores esbozos de humanidad […]...
- Ofrenda Te ofrezco la serena languidez de mi pena, la tristeza que acaso no di a nadie a mi paso. El supremo pecado En virtud sublimado. […]...
- Me llamas en el viento Amiga, cuando quieras me llamas en el viento Porque tú y yo nacimos para estar a distancia. Mi soledad no espera milagros venideros Y mi […]...
- Romance de rosaflorida En Castilla está un castillo, que se llama Rocafrida; Al castillo llaman Roca, y a la fonte llaman Frida. El pie tenía de oro y […]...
- Cierta secta feminista se da consejos prematrimoniales “…Trabajada despiadadamente por un autómata Que cree que el cumplimiento de un cruel deber es Un asunto de honor.” Andrea de Nerciat Y besémonos, bellas […]...
- El mar negro Como no suponer Que lo que llevas Entre las piernas Es el mar negro. Si es allí, Donde se da como espuma La reventazón De […]...
- Cuando seamos viejos Cuando seamos viejos, todo este amor enorme se irá por los caminos y brotará en los huertos, y será una ilusión muy lejana y deforme […]...
- La sonrisa Vale tan poco una sonrisa que darla cuesta nada y sí negarla, mucho. Una sonrisa, una sonrisa inmerecida, no tiene precio ni en el cielo […]...
- Cuerpos en sánscrito Éstos son los cuerpos de amantes que recuerdan. Cuerpos tatuados en lechos verdes y resucitados en la humedad para recibir la partícula invisible del amanecer […]...