Hay algo en ti que se parece al silencio,
A pesar de tantas cosas que me dices.
Hay algo en ti, y no es belleza.
Hay algo.
Me gusta estar solo para estar contigo.
Logras que escuche la luz, mire al sonido.
Me gusta verte para platicar
Aunque afuera los árboles lo sepan todo.
Pero no te amo,
Si te amara
Tendría que robar por ti, matar por ti,
Quitarle a la noche su brillo.
Yo deseo regresar lo robado,
Resucitar lo muerto,
Dejar a la noche en paz cuando estoy contigo.
Me gusta cuando me sorprendes por la espalda,
Cuando ríes y me arrojas el cielo.
Cuando tus ojos, navajas de ternura, me cortan
los talones.
Me gusta que te enojes y me exijas un poema.
No soy poeta – te digo –
Soy plagiario de la noche
Ladrón de las palabras que llevas escondidas.
Entonces en mi alma te recuestas y me haces
cerrar los ojos.
Yo sé,
Podría llevar una guitarra a tu balcón,
Invadir de flores tu mirada,
Gritarte y recordarte lo que ya sabes.
Pero ya ves,
No soy de esa madera.
Mas bien deseo mirarte,
Mirarte y no cansarme nunca,
Porque hay algo en ti que se parece el silencio.