Oh, maligna que leíste a Neruda y lo leíste bien, muy bien,
maligna. El verso en esta piedra lo consigna: que lo leíste bien no
tengo duda y la pena que tengo está desnuda, lo digo porque mi
alma se resigna (un monje que en maitines se persigna antes de
orar una oración a Buda). Sólo sé que no sé lo que sabía o lo
olvidé tal vez un día de agosto. Ay, Maligna, lo digo en ardentía:
dejarte de tener es alto costo (dejar de compartir esa alegría).
Maligna, has vuelto mi camino angosto.
(1 votes, average: 5.00 out of 5)
Versos similares:
- No nació la mujer para querida No nació la mujer para querida, por esquiva, por falsa y por mudable; y porque es bella, débil, miserable, no nació para ser aborrecida. No […]...
- De gÓngora, no a lÁpiz, un soneto transcribo Un soneto de Góngora transcribo. No a lápiz, aunque así muy bien podría borrar sencillamente los errores. Tampoco con mi tinta favorita, como un original […]...
- Para ser mujer Me dieron mis dos brazos de mujer y no me dijeron como romper los cerros. Y ahora que he aprendido a volar entre sus flancos […]...
- Soneto para la lluvia Mi corazón no sabe lo que espera, Pero yo sé que espera todavía, Igual que aquella noche que llovía Y te besé bajo la enredadera. […]...
- Soneto para un reproche Yo no sé si tú esperas todavía, El gran amor con que soñaste en vano, Que era un pozo en la tarde de verano, Y […]...
- Soneto para mi última chaqueta Esta tibia chaqueta rumorosa que mi cuerpo recoge entre su lana, se quedará colgada una mañana, se quedará vacía y silenciosa. Su delicada tela perezosa […]...
- A pablo neruda, en el corazón No dormireis, malditos de la espada, cuervos nocturnos de sangrientas uñas, tristes cobardes de las sombras tristes, violadores de muertos. No dormireis. Su noble canto, […]...
- Soneto para empezar un amor Ocurre que el olvido antes de serlo fue grande amor, dorado cataclismo, muchacha en el umbral del egoísmo, ¿qué va a pasar? Mejor es no […]...
- Soneto con una salvedad A Pedro Laín Todo está bien: el verde en la pradera, el aire con su silbo de diamante y en el aire la rama dibujante […]...
- Cancion a la mujer lejana En ti recuerdo una mujer lejana, lejana de mi amor y de mi vida. A la vez diferente y parecida, como el atardecer y la […]...
- Mujer que busca y va a encontrar o joven suicida, quién sabe Viuda de ti, no tienes consuelo, y silban los perros a tu paso -desperada estás hermosa, como una walkiria que hubiera varado en la jaula […]...
- Noticias de casa Estamos bien al mediodía doy de comer añicos plateados y calientes beso tu sangre y tengo así la boca pintada y todo lo que digo […]...
- Cuál es la mujer que recordamos ¿Cuál es la mujer que recordamos al mirar los pechos de la vecina de camión; a quién espera el hueco lugar que está al lado […]...
- Para justificarme en mi porfía Para justificarme en mi porfía Tal vez muevo la pluma que os alabe, Y antes de comenzar pide que acabe De celoso temor la fantasía. […]...
- Para una señora grave ¿Cómo, di, bella Amari, tu cuidado Estimas en tan poco, que, olvidada, De quien con tanto amor eres amada, Te empleas en el rústico ganado? […]...
- Soneto del ocio El ocio es un derecho elemental. Estar es ser, y Dios, que lo sabía, estuvo y fue en el más distante día haciendo de la […]...
- Nacer mujer-poeta La alternativa: Saltar del balcón; despedazarlo. Faldas, abanico, hilo, aguja: me desnudo y rebelo. ¡Basta de mirar la vida desde este balcón! Cárcel semicircular tímpano […]...
- El buen olvido ¡Hace ya tanto tiempo! Te creí tan distante, tan perdida en el hondo sendero del olvido, y ha bastado esta noche tranquila e inquietante, y […]...
- Vamos, mujer Vamos, mujer, dime que mi gusto se perdió, que soy mayor desastre y que no tengo porvenir, ni empleo bueno, ni coche – sólo un […]...
- Qué tienes hoy para nutrir el alma – ¿Qué tienes hoy para nutrir el alma? -Pues verás: Tengo un poema aderezado Con especias celestiales Una palabra con cebolla Un verso con cilantro […]...
- Soneto xx Con tal fuerza y vigor son concertados para mi perdición los duros vientos, que cortaron mis tiernos pensamientos luego que sobre mí fueron mostrados. El […]...
- La mujer de mi padre La mujer de mi padre, tantos años soñada, deseada ansiosamente. Anhelada mujer, aspiración de un hombre de ojos agudos, claros, horizonte de azules y sinceros […]...
- Soneto xix Julio, después que me partí llorando de quien jamás mi pensamiento parte, y dejé de mi alma aquella parte que al cuerpo vida y fuerza […]...
- A una mujer que ponía los cuernos al conde Letra: Lágrimas de embuste más me endurecen, pues regados con ellas mis cuernos crecen. Glosa: Niña del negro cabello y de muchos corazones, lloras los […]...
- Soneto marinero Digo tu nombre, mar, tu nombre ardido de soles y de júbilo creciente, y el corazón enamorado siente más clara la presencia del latido. Velero […]...
- Soneto con sed Leyendo un día un libro, de repente, Hallé un ejemplo de melancolía, Un hombre que callaba y sonreía, Muriéndose de sed junto a una fuente. […]...
- Soneto a la ascensión del señor Jesús, mi amor, que en una nube de oro, Engendrada del llanto de tu ausencia, Al Cielo te trasladas en presencia Del, si alegre, dichoso, […]...
- Soneto De la Virgen sin par, santa y bendita (digo, de sus loores), justamente haces el rico, sin igual presente a la sin par cristiana Margarita. […]...
- Quejas de ausencia enviadas a su mujer No sé por qué culpa o yerro, señora, me desterraron, mas sé que me condenaron más a muerte que a destierro cuando de vos me […]...
- Poder y no poder ser Que esté la bella casada bien vestida y mal calzada bien puede ser; Mas que el bueno del marido no sepa quién dio el vestido, […]...