Soneto ii

Mi corazón se siente satisfecho
De haberte amado y nunca poseído:
Así tu amor se salva del olvido
Igual que mi ternura del despecho.

Jamás te vi desnuda sobre el lecho,
Ni oí tu voz muriéndose en mi oído:
Así ese bien fugaz no ha convertido
Un ancho amor en un placer estrecho.

Cuando el deleite suma a lo vivido
Acrecentado se lo resta al pecho,
Pues la ilusión se va por el sentido.

Y, en ese hacer y deshacer lo hecho,
Solo un amor lo salva del olvido,
Y es el amor que queda insatisfecho.


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Poema Soneto ii - José Ángel Buesa