Voy cosechando azules en el azul escueto
De la zona del trópico. Los campos, invadidos
Por vegetales masas, denuncian el secreto
De abril, el de los fuertes y lúbricos sentidos.
Por tanto azul, los aires se muestran exaltados;
Palpita, en expansiones gozosas, la arboleda;
Y revélanse lúcidos e hirvientes los poblados,
De los que se desprende brillante polvareda.
Vibra el azul, nutrido de fuerzas y alborozos,
Sobre la verde isla; Refulgen escarlatas.
Esplenden amarillos y azules. Toques mozos
Tienen en los jardines las resurrectas matas.
Algunas flores, túmidas y azules sus corolas,
Se inmergen en las luces magnéticas del día.
En las riberas cálidas su azul curvan las olas.
Dice el azul su aérea, compleja sinfonía.