Fue la mejor pelea de Alí
o de Cassius Clay, como él lo llamaba,
negándose a aceptar
su recién adquirido nombre musulmán.
Ese negro levantaba los guantes
y convertía el cuadrilátero
en una pista de baile.
Años después comprendí
que ese fue mi encuentro inicial con la poesía.
Entre el quinto y sexto round
papá bajó su guardia por primera y última vez,
sin dejar de ver la tv. Dijo:
no me iba a casar con su máma
aunque usted ya había nacido,
estaba enamorado de otra.
En el álbum familiar
tengo un viejo fotoposter de Alí
justo cuando noqueaba a Foreman en Zaire.
Es mi foto preferida de mamá.