Para Alfonso Sandino y Violeta Granera
Sobre las palpitaciones e la angustia
Cabalgó aquel exilio
Impuesto por la alquimia del odio
Y los placeres de la maldad. Las guerras
De entonces
Trajeron sombríos presagios en nuestras conciencias
De austeros señalamientos.
Ningún soplo de aliento
Detuvo aquel florido oxígeno de nuestras juventudes
Escabullidas de día en día
Por sobresaltos y pesquisas cotidianas
De aquella urbana juventud
Asaltada por furias y presagios.
La diferencia del tiempo no intervino en aquel exilio
Signado por nuevas verdades,
Centralizadas en el reencuentro.
Ahora,
Con la resuelta pulpa del tolerante porvenir
Edificamos
Sobre las ruinas de aquella sublevada partida
Proféticos cantos que subirán
Hasta el más sordo criterio.
Pues ahora no podrán destruir el entramado firmamento
Que resguarda manadas enteras de voces libres,
Engavilladas materias que integran este humano proceso.
Ahora
Que se construirán las torres del futuro
Sobre los escombros sollozantes de la malversada época.