Rafael Obligado

¡Ah! yo que en torno de tu sien he visto Perennemente suspendida el alba, Y encenderse en el cielo de tus ojos Como una estrella […]

A mis hermanas ¡Oh! ¡Mis islas amadas, dulce asilo de mi primera edad! ¡Añosos algarrobos, viejos talas donde el boyero me enseñó a cantar ¿Por […]

Se sueña, se presiente, se adivina, estremécese el labio y no la nombra; el alba la ve huir de la colina velada entre los pliegues […]

A Celmira Jurado ¿Quién no ha visto en las orillas del hermoso Paraná, esa banda, siempre verde, siempre móvil del juncal? En las horas de […]

I Que voz suave, qué sonoro acento para cantarte ¡oh Pampa! ¿Me demandas? ¿Será el rugido atronador del viento? ¿Será el susurro de las auras […]

Pues las pides, en tu busca van mis flores ignoradas, con su modesto perfume y risueñas esperanzas. No temas, no, que en sus hojas tu […]

Brisa que en medio de la selva canta, apacible rumor del oleaje, es el susurro de su blanco traje al deslizarse su ligera planta. Luz […]

Tu “Flor de la caña”, ¡Oh Plácido amigo! No tuvo unos ojos Más negros y lindos, Que cierta morocha Del suelo argentino Llamada… Su nombre, […]

Ven, sigue de la mano al que te amó de niño; ven, y juntos lleguemos hasta el bosque que está en la margen del paterno […]

Con tu sonrisa embelleces Y haces tus quince lucir; Te lo habrán dicho mil veces: Blanco pimpollo pareces Que comienza a entreabrir. Sobre tu seno […]

¿Tú piensas que te quiero por hermosa, Por tu dulce mirar, Por tus mejillas de color de rosa? Sí, por eso y por buena, nada […]

I Era esa pampa dilatada y sola, sin otra vida que la vida aquella que hace rodar la ola y girar en los cielos una […]

Yo tengo mis recuerdos asidos a tus hojas, yo te aino como se ama la sombra del hogar, risueño compañero del alba de mi vida, […]

A bañarse en la gota de rocío Que halló en las flores vacilante cuna, En las noches de estío Desciende el rayo de la blanca […]

¿Has podido dudar del alma mía? ¿De mí que nunca de tu amor dudé? ¡Dudar! ¡Cuando eres mi naciente día, mi solo orgullo, mi soñado […]

¿Ves aquel sauce, bien mío, que, en doliente languidez, se inclina al cauce sombrío, enamorado tal vez de las espumas del río? ¿Oyes el roce […]