Quien se viere cual me veo,
con tiempo su mal desshaga,
pues en ley de tristes paga
la vida por el desseo.
Ya biviendo descansava
viendo por quién padescía,
y si con pena sufría,
con mi fe me consolava;
mi muerte, que, cierto, creo,
a los bivos miedo haga,
pues en ley de tristes paga
la vida por el desseo.