Monólogo de noé

La lluvia anega todo el universo,
Dentro y fuera, la tierra y mi conciencia.
Indefinidamente en mi existencia
Llueve la certidumbre del converso.

Tengo fe, pero floto a la deriva
Y el arca de mi cuerpo se resiente
De tanta marejada. Estoy consciente
De que tal vez diluvie mientras viva.
Pero tras de lo gris intuyo un claro
Despuntar del reposo al fin del viaje
Donde sueño un descanso de sequía.
Y una blanca paloma será el faro
Que viniendo del cielo a mi abordaje,
Pintará mi arcoiris de alegría.


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Poema Monólogo de noé - Jorge Antonio Dore