Mi libertad en sossiego,
mi coraçon descuydado,
sus muros y fortaleza
amores me la han cercado.
Razón y seso y cordura,
que tenía a mi mandado,
hizieron trato con ellos,
¡malamente me han burlado!
Y la fe, que era el alcayde,
las llaves les ha entregado;
combatieron por los ojos,
diéronse luego de grado,
entraron a escala vista,
con su vista han escalado,
subieron dos mil sospiros,
subió passión y cuydado
diziendo: “¡Amores, amores!”
su pendón han levantado.
Quando quise defenderme
ya estava todo tomado;
huve de darme a presión
de grado, siendo forçado.
Agora, triste cativo,
de mí estoy enagenado,
quando pienso libertarme
hállome más cativado.
No tiene ningún concierto
la ley del enamorado;
del amor y su poder
no ay quién pueda ser librado.