Medioeval

El rubio chiquitín a quien se peina
Y se adorna de encaje,
Por manos de una Reina,
-al regio esti lo de la edad pasada-,
Era así todo un paje,
Con su melena en rizos destrenzada,
Y su mirada altiva
Trayendo una misiva
De su hermana, ¡mi Reina idolatrada!
En su boquita dulce y sonrosada,
Como la miel de un rojo caramelo,
Decíame traer, como del cielo,
Un beso de mi amada. . .
En blanco sobre, nítido y pequeño,
Con tinta azul esta inscripción y venía:
“Al Príncipe de Azur”. – Y abajo, luego:
“Palacio del Ensueño,
“Comarca del País de Fantasía”.
Abrí convulso el perfumado pl iego
En donde se leía:
“Alteza: creo que este amor no asombre
A vuestra Real Persona,
Que ocultando en periódicos diversos
Al públ ico su nombre,
Tímido, acaso, f irma
Con un regio seudónimo en los versos.
Aquí los tengo todos. . ..
¡Que corte tan espléndida he formado!
De tan distintos modos,
Que al recordar la pompa del pasado,
Según la antigua moda,
Una dama de honor hice de la Oda,
Ama de l laves tengo en la Epopeya,
Hice a la Rima mi primer doncella,


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Poema Medioeval - Manuel Álvarez Magaña