Lo que merece nombre de esperanza
Nace de causa de esperar dudosa,
Si se espera sin ella, y fe animosa,
Si con seguridad es confianza.
Si a complacer en lo imposible alcanza,
Puede llamarse adulación forzosa,
Y casi posesión toda otra cosa
Que quita el miedo a la desconfianza;
Declina Amor en quien esperar puede,
Que la enajenación y encogimiento
Aun discurrir al esperar prohíbe,
Y en el gozoso asombro que pretende,
Contemplando posee el pensamiento
Todo el bien de que nace y de que vive.