En el periodo de primaveras y de otoños
hace dos mil quinientos años
-sollozo apenas del universo –
Fan Li había logrado la victoria
para su príncipe de Yué
sobre los enemigos del Estado de Wu.
Adquirió fama
-no siempre la fortuna camina con la fama –
y alcanzó la cúspide de su propia gloria.
Un día decidió abandonar la corte de Yué.
Se soltó los cabellos
como los anónimos
para salir de la tradición el protocolo y la rutina
y se alejó sobre una barca
que se hizo pequeña
a medida que alcanzaba el horizonte
Siglos después
-suspiro apenas del tiempo:
dueño y señor del universo conocido –
Li Po subió a una barca
y a la mitad del lago recordó a Fan Li
-su pelo libre se movía al azar del viento:
rosa que sopla y anima al navegante –
Celebró en un poema la victoria de Fan Li
y aún más
celebró el pelo desatado de Fan Li
y su adiós a la corte del príncipe de Yué
Ebrio de nubes y de noche Li Po se arrojó al agua
para llevarse al fondo el reflejo de la luna
tal vez a compartirlo con Fan Li
el intrépido
que navegó hacia el misterio
lejos de la victoria con que honró a su príncipe
lejos de la corte que lo había glorificado