La historia de nosotros no tiene límites
Puede fijarse en el grano de arena
O derramarse como la tarde
En Normandía
Donde Rodrigo juega en la espuma
Y busca caracolillos
Pienso entonces que mi cabeza pudo haber florecido
En océanos prisioneros en las octavas de Camoés
Sólo me tortura la palabra
Sonora hermana de la espuma
Enemiga de los sueños
Aliada de las derrotas
Para el poeta alado
Para el santo loco