Buscas los días. Desandas el viejo camino.
Dices: “Fue aquí…, por aquí…”
Buscas los días. Te aferras a escenas
que son el reflejo de un sueño en la sombra de un sueño.
Buscas los días. Te sumes en aguas heladas.
Andas a tientas. “Fue aquí…” Te desgarras la carne.
(De las negras agujas del pino caen gotas de música.)
Era aquí.
Buscas los días. ( Mas fácil hacer germinar esta piedra.)
Tañe la mar sus fugaces guitarras de cobre poniente.
Las olas, al borde del alma, revientan en polvo de estrellas.
Pretendes volver a tus días.
Hilos de plata (la araña que teje el recuerdo),
hilos de plata atraviesan la noche serena y desnuda.
Cruzas, por ellos, los días, desandas el viejo camino:
tus días.
Te buscas a ti.
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